domingo, 31 de mayo de 2009

UN DÍA FELIZ

Aquella mañana era una de esas en la que nos levantamos pletóricos. Él se sentía feliz y se sentó al piano. Levantó la tapa. Miró las teclas descoloridas y, como sin pedir permiso, sus manos las recorrieron haciendo sonar la melodía más dulce. Aquella, que lo unía a la persona a la que amaba y con la que había compartido su vida.
Entonces, y como era de esperar, apareció ella. Radiante. Como si sus casi ochenta años hubieran desaparecido. Y posó su mano en su hombro sin dejar de mirarlo.
Él, siguió tocando su canción como jamás lo había hecho. Sus corazones bombeaban como la primera vez. Y al terminar, su voz se quebró. Se giró hacia ella y sus miradas se encontraron. Una sonrisa de complicidad se dibujó en sus rostros y un tierno beso selló sus labios.

Esa fue la última vez.

miércoles, 20 de mayo de 2009

EMPEZAR DE NUEVO

Qué fácil es querer empezar una nueva vida. Borrar, llenar los mismos renglones con tu propia letra, sin rayones, sin reparar en los pequeños borrones de tu antigua historia, sin importarte lo que puedes dejar atrás. Y comenzar a escribir de nuevo como si sólo hubiera sido un sueño.

Es la cara B de las separaciones. El romper con tu pareja se puede convertir en una nueva oportunidad, pero no para reescribir tu historia, sino para continuarla de forma diferente. No podemos eludir responsabilidades cuando éstas tienen nombre y apellidos. Los niños no pueden ser parte del material a repartir. No son negociables. No deberían serlo.

He continuado escribiendo mi historia. La he llenado de alegría, de tristezas, de risas, de mejores y peores momentos,… de vida. Pero jamás hubiera podido escribirla sin mis hijos. Ellos forman parte de la tinta con la que garabateo en el papel de mi existencia. Son parte de mí, sin que eso haya impedido que continúe mi camino con la fortuna de encontrar quien lo quisiera recorrer conmigo.

Por eso, no entiendo cómo tantos hombres olvidan su responsabilidad, dejando que se ocupen otros de lo que un día fue su ilusión, sus hijos. Y todo, con la justificación de "empezar de nuevo".

Conozco una excepción, y en este caso, sólo sirve para confirmar la regla.

martes, 12 de mayo de 2009

MÁS DIFÍCIL TODAVÍA




Qué tiene de increíble que un tigre se enfrente a un aro en llamas o que un elefante se suba a un taburete que gira. Qué hay de extraordinario en que un oso ridículamente disfrazado se ponga en pie o en que un chimpancé realice actos propios de los humanos.
¿No se han parado a pensar lo que hay detrás? Las horas de cruel entrenamiento y miedo. Los golpes, los castigos. El látigo. La condena a vivir hacinados y encadenados en jaulas pestilentes de una ciudad a otra por unos minutos de fama. No ven que debajo de esos focos y esos redobles de tambor sólo hay sufrimiento, heridas. Dolor.
¿Por qué lo permitimos? ¿Por qué llevamos a nuestros hijos a estos atroces espectáculos? ¿No es más asombroso contemplarlos en libertad? ¿Y por qué no un circo sin animales? Me pregunto qué dosis de sensibilidad es necesaria para que un ser humano lo entienda y deje de formar parte de esta barbarie.
Damas y caballeros, niños y niñas, más difícil todavía… ahora nos toca a nosotros: Si nos negamos a acudir a los circos mientras tengan animales, podremos acabar, de una vez por todas, con esta salvaje crueldad.

sábado, 9 de mayo de 2009

ERRORES QUE NO SON NUESTROS

Hace poco estuve pasando unos días de vacaciones con mi familia. El segundo día, en la cena, un camarero se me acercó y me dijo, increpándome, que sabía quién era yo. Que era sobrina de doña Marina, una conocida maestra de mi ciudad natal. Cuando le contesté afirmativamente me dijo, mientras seguía haciendo su trabajo pero sin dejar de mirarme en ningún momento, que nunca se olvidaría de lo que le había pegado aquella mujer. Era como si de alguna manera me estuviera haciendo culpable de todo ese sufrimiento guardado desde su infancia. Me quedé gélida unos segundos, sin saber qué decir, mientras aquel hombre no dejaba de mantener impávida su mirada. Al momento pude a penas reaccionar. Sólo se me ocurrió decirle que yo tampoco lo olvidaría. Era un intento de explicarle que, como él, también había pasado por aquella pesadilla y que el lazo familiar que me unía a esa persona no me hacía responsable de su proceder y que, por el contrario, sí me hacía su víctima.
No es la primera vez que me pasa algo parecido. Supongo que hay gente que ha marcado de por vida y que no pueden reprimirlo. Es como si dirigiéndose a mí se liberaran de parte de la carga que llevan dentro.
No podemos condenar a las personas por errores cometidos por otras. Todos tenemos familias y todos sabemos que dentro de ellas podemos ser muy diferentes. Tanto que, como en este caso, jamás reconocerían un atisbo de similitud que no fuera el mero vínculo sanguíneo. Y toda semejanza que te une con orgullo con unos, te separa del resto.

domingo, 3 de mayo de 2009

COMO UNA NIÑA

Es increíble como pasan los años sin que nos demos cuenta de lo que vamos dejando atrás. De repente nos golpea la madurez y le damos más valor a lo que realmente lo tiene, a los sentimientos, a las personas. Y miramos a nuestros mayores y queremos que se pare el reloj y regresar para que nada cambie, para que nada se nos escape. Agarrar momentos y guardarlos en nuestro interior envueltos con ternura, arropados entre caricias y besos. Disfrutar de cada uno de ellos, como una niña. Y que se queden ahí. Siempre.

sábado, 2 de mayo de 2009