miércoles, 20 de mayo de 2009

EMPEZAR DE NUEVO

Qué fácil es querer empezar una nueva vida. Borrar, llenar los mismos renglones con tu propia letra, sin rayones, sin reparar en los pequeños borrones de tu antigua historia, sin importarte lo que puedes dejar atrás. Y comenzar a escribir de nuevo como si sólo hubiera sido un sueño.

Es la cara B de las separaciones. El romper con tu pareja se puede convertir en una nueva oportunidad, pero no para reescribir tu historia, sino para continuarla de forma diferente. No podemos eludir responsabilidades cuando éstas tienen nombre y apellidos. Los niños no pueden ser parte del material a repartir. No son negociables. No deberían serlo.

He continuado escribiendo mi historia. La he llenado de alegría, de tristezas, de risas, de mejores y peores momentos,… de vida. Pero jamás hubiera podido escribirla sin mis hijos. Ellos forman parte de la tinta con la que garabateo en el papel de mi existencia. Son parte de mí, sin que eso haya impedido que continúe mi camino con la fortuna de encontrar quien lo quisiera recorrer conmigo.

Por eso, no entiendo cómo tantos hombres olvidan su responsabilidad, dejando que se ocupen otros de lo que un día fue su ilusión, sus hijos. Y todo, con la justificación de "empezar de nuevo".

Conozco una excepción, y en este caso, sólo sirve para confirmar la regla.

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